Aunque recientemente se anunció y también informamos sobre la llegada del undécimo equipo de F1, ha habido un “pequeño” regusto desagradable en medio de la alegría.
Sin duda es una gran noticia que se hayan eliminado las barreras para la incorporación del nuevo equipo, pero esto no se debe a la generosidad de los involucrados. Más bien, se debe a que en lugar de los 200 millones de dólares originalmente planeados, ahora fluyen a las arcas de la Liga 450 millones de dólares, lo que significa que estaban dispuestos a ser amables, y por un precio dos veces y media más alto...
Esto significa que General Motors tiene que pagar más de tres temporadas de carreras por adelantado para poder hablar con ellos y realmente ganar el derecho a participar. Esta cantidad se dividirá entre los equipos ya activos, pero todavía no está claro en qué proporción. Sin embargo, la prensa internacional especula que si todos los equipos comparten los ingresos equitativamente, cada uno será recompensado con una cantidad igual al precio de los dos últimos equipos en el campeonato de constructores, solo porque complaceron a GM.
Con la entrada de los americanos se rompe también una vieja y vigente regla: hasta ahora cada equipo recibía una parte de los ingresos del deporte, pero en el futuro sólo los diez primeros podrán disfrutar de ella.
